Con polvo de semilla de albaricoque elimina las células muertas de la piel. Cara y cuerpo

Totalmente natural y 67% ecológico certificado por Bioinspecta.

Indicaciones: eliminar impurezas y células muertas de la cara y del cuerpo.

Composición: con polvo de hueso de albaricoque que permite una limpieza eficaz y esencia de ylang-ylang que aporta propiedades estimulantes. Enriquecido con aloe vera que hidrata y regenera. Con agentes limpiadores muy suaves. Sin jabón, sulfatos ni alérgenos.

Dirigido a: adultos. Apto para veganos.

Tipo de piel: todo tipo. Apto cara y cuerpo.

Envase 250 ml.

Lo más importante a la hora de elegir un exfoliante facial y/o corporal, es revisar la composición: son ideales los naturales a base de azúcar moreno, sal marina, micronizados de plantas o semillas (en este caso hueso de albaricoque 100% biodegradable) y recomendamos evitar los a base de ácidos químicos o con partículas de microplásticos. En cuanto a estos últimos, no solo constituyen una agresión para la piel, pero los microplásticos son una amenaza importante para el ecosistema en general, en particular mares y océanos, ya que las depuradoras no los pueden filtrar y todas las micropartículas de plástico acaban una y otra vez en el circuito de agua en la naturaleza. Además al ser partículas como en suspensión en el agua, la fauna marina que se alimenta de microorganismos también come estos plásticos con considerables daños medioambientales y para la salud tanto de los animales, como de los humanos.

INCI: ALOE BARBADENSIS LEAF JUICE*, AQUA, COCO-GLUCOSIDE, PRUNUS ARMENIACA SEED POWDER*, GLYCERIN, CAPRYLYL/CAPRYL GLUCOSIDE, SODIUM LAUROYL GLUTAMATE, CANANGA ODORATA LEAVE OIL, GLYCERYL CAPRYLATE, PCA GLYCERYL OLEATE, SODIUM ANISATE, LEVULINIC ACID, SODIUM LEVULINATE, PARFUM, XANTHAN GUM, SODIUM CHLORIDE, CITRIC ACID
*de agricultura ecológica
Biodegradable al 100% y sin microplásticos.

Utilízalo 1 o 2 veces por semana.
Aplica la cantidad necesaria sobre la piel húmeda. Lo puedes hacer directamente con la mano o con la ayuda de una esponja. Evita el contacto con los ojos.
Da un suave masaje hasta que se forme espuma. Reitera el masaje en zonas que requieran una atención especial, como los talones.
Aclara con abundante agua templada hasta que no queden restos del exfoliante.
Seca dando toques con una toalla limpia ¡y ya puedes seguir con el ritual de hidratación diaria y aplicar la crema más adecuada según el tipo de piel!